Contenta :D

Estoy feliz y eso que la báscula esta mañana marcaba 98.2; el peso poco habrá variado, pero lo importante es que yo sí estoy cambiando: estoy feliz. No por el hecho de que una vecina no dejara de piropearme hoy: la chica parecía realmente sorprendida. Supongo que tendrá más que ver con que antes volví a salir a caminar-correr. No había vuelto desde hace unos días, desde los 12 kilómetros.

No sé cuántos pasos di, ni cuántas calorías perdí… sé que estuve una hora. Fui con una amiga por la avenida, oliendo el mar por el camino. Caminaba rápido, corría un minuto, paseaba mientras charlaba, y otro minuto de carrera. Hice unas diez carreras, creo; no las conté, sino que las disfruté (vale, que el verbo no es transitivo y que se dice "disfrutar de algo", pero hasta eso me da igual hoy porque soy feliz).

Mi día fue un poco caótico, estresante. Desayuné un sandwich integral de jamón y queso tierno a la plancha y un cortado. A media mañana, un zumo que hice con melón, papaya, plátano y naranja. Hice mil cosas en casa y estaba como si me fueran persiguiendo, estresada sin razón. Antes de comer, me zampé una gelatina de fresa y un tuno indio.
Almuerzo: pulpo a la vinagreta. El segundo y último cortado del día.

Fui a trabajar y me comí (redoble) tres Ferrero Rocher, sin remordimientos y saboreándolos, no engullendo. Antes de los bombones, me había comido dos pulguitas (una de pollo y cebolla, otra de serrano y tomate). Volví a casa y me comí una pera. Entonces, vino mi amiga y fuimos al paseo. Me sentí libre, me vi haciendo algo que nunca hice por vergüenza: en la vida, hubiera dejado que nadie me viera corriendo en mi pueblo. No solo lo hice, sino que disfruté haciéndolo. Encima, recibí una llamada que me va a suponer un ingreso extra de 160 euros al mes. Para algunos no será gran cosa, para mí sí, sobre todo después de haberme quedado sin mi trabajo principal.
Ahora me comeré una tapita del pulpo del almuerzo y mañana será otro día. Muchos besosssssss.